Es una condición de salud grave reconocida en forma universal.
Es una enfermedad metabólica crónica y progresiva que afecta a ambos sexos.
Se define como un trastorno generalizado del esqueleto caracterizado por disminución de la masa ósea y deterioro progresivo del tejido óseo con un consecuente incremento en la fragilidad ósea que predispone a la persona a un mayor riesgo de fractura.
La edad es uno de los factores de riesgo de fractura más importantes, no solo por el progresivo deterioro de la resistencia ósea, sino también porque a mayor edad hay más problemas de movilidad, dependencia, déficit nutricional y comorbilidades., encontrar osteoporosis es más frecuente después del sexto decenio de la vida.
En casi todos los países latinoamericanos se observa un incremento de la población de la tercera edad , siendo México uno de los países de mayor población, al igual que en todo el mundo esta tendencia seguirá a lo largo del siglo XXI con un incremento de enfermedades crónico-degenerativas, entre ellas osteoporosis y fracturas por fragilidad.
En México la prevalencia de osteoporosis en mujeres mayores de 50 años es de 16% y la prevalencia de osteopenia es del 57%.
El riesgo de sufrir una fractura de cadera a los 50 años es de 8.5% en las mujeres y de 3.8% en hombres.
Por orden de frecuencia se encuentran las fracturas de muñeca, de cadera y húmero, las fracturas vertebrales clínicas a menudo son subdiagnosticadas.
OSTEOPOROSIS POSTMENOPAUSICA
Como una parte inevitable del envejecimiento , la pérdida de hueso ocurre en todas las mujeres postmenopausicas sin importar sus antecedentes raciales o étnicos.
Las mujeres pueden empezar a perder hueso trabecular alrededor de los 35 años de edad y hueso cortical cerca de los 40 años.
Al presentar la media de niveles premenopausicos y los niveles de estrona entre 65 y 75 % de la media de los niveles premenopáusicos.
Esta caída desencadena una pérdida acelerada de la masa ósea que puede persistir hasta por 10 años después de la menopausia.